El Clínico realiza un nuevo tratamiento de radiofrecuencia para la incontinencia fecal

EN EL V CURSO INTERNACIONAL DE CIRUGIA DEL SUELO PÉLVICO

Cerca de 70 especialistas nacionales e internacionales de Ginecología, Urología y Cirugía General, participan como ponentes en el V Curso Internacional de Cirugía de Incontinencia Urinaria y Suelo Pélvico, invitados por el Servicio de Urología del Hospital Clínico San Carlos, y en el que se va a realizar la primera intervención en un hospital español de incontinencia fecal con radiofrecuencia y el implante de un neuromodulador.

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Organizadores del V Curso Internacional de Suelo Pélvico.

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Acto inaugural del V Curso Internacional de Suelo Pélvico.

 

 

 

 

 

 

 

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Urólogos del Clínico San Carlos organizan un curso dirigido a Atención Primaria

PARA EL ESTUDIO DE LA PATOLOGÍA PROSTÁTICA BENIGNA

Con la intención de consolidar la coordinación con los equipos de Atención Primaria, el Servicio de Urología del Hospital Clínico San Carlos, ha organizado la primera edición de un Curso de Actualización en Patología Urológica, especialmente dirigido al estudio, diagnóstico y tratamiento de la Hiperplasia Prostática Benigna (HBP), con el objetivo de mejorar la calidad asistencial de los pacientes con estos trastornos.

En este curso, que ha dirigido el doctor Jesús Moreno Sierra jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínico San Carlos, todos los ponentes especialistas de este centro sanitario abordaron esta enfermedad desde todos los puntos de vista: epidemiología, bases anatómicas e histopatología de la próstata y fisiopatología de los síntomas del tracto urinario inferior.

Asimismo analizaron el valor de las pruebas de antígeno prostático en sangre (PSA), en el diagnóstico de los procesos prostáticos, así como la utilización de las guías clínicas existentes y el criterio de derivación que deben de seguir los profesionales de Primaria ante este tipo de pacientes, para una mejor optimización de los recursos sanitarios de los ámbitos de Atención Primaria y Especializada.

Para finalizar los especialistas hicieron un repaso de los tratamientos médicos y quirúrgicos disponibles en la actualidad para corregir este aumento de tamaño de la glándula prostática. Como apoyo al desarrollo del curso se utilizó un sistema de voto interactivo que ha permitido conocer la adquisición de conocimientos y habilidades sobre los temas tratados de HBP.

Patología muy común
La HBP es una de las enfermedades benignas más comunes en el hombre y puede derivar en una obstrucción y/o Síntomas de Tracto Urinario Inferior (STUI). Se trata de uno de los problemas sanitarios más frecuentes en los hombres a partir de la quinta década de la vida.

Diversos estudios demuestran que su prevalencia se incrementa con la edad y algunos señalan que aproximadamente el 43 % de los hombres de más de 60 años tiene alterada su calidad de vida debido a la presencia de síntomas en el tracto urinario inferior.

Fuente: Hospital Clínico de Madrid

Comando actualidad: Milagro médico – Robot Da Vinci

A José Carlos le operan en 15 minutos de un tumor en la próstata. El cirujano estará fuera del quirófano. Quien intervendrá sobre él es un robot: el Da Vinci. Así no habrá que abrirle y el post operatorio será inmediato. Esta técnica se inventó para operar a los soldados a kilómetros de distancia. La operación de José Carlos resulta un éxito.

Comando actualidad – Milagro médico – Robot Da Vinci

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Últimas novedades en cirugía laparoscópica y robótica

phpThumb (4) Más de 500 especialistas nacionales e internacionales en cirugía mínimamente invasiva se dieron cita en el XI congreso de la Sociedad Española de Cirugía Laparoscópica y Robótica (Secla), que se celebró esta semana en el Hospital Clínico San Carlos –pionero en incorporar técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas– y que fue inaugurado por el consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty. Durante el evento se retransmitieron por videoconferencia varias cirugías realizadas aplicando diversos procedimientos de mínima invasión como laparoscopia, toracoscopia, puerto único y robot Da Vinci desde hospitales europeos, norteamericanos y asiáticos. También se abordaron la actualidad y el futuro de la cirugía mínimamente invasiva, así como la aplicación de la cirugía robótica a nuevas especialidades, entre otros.

Fuente: www.larazon.es

Puerto único con robot, en la mínima invasión

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Como en anteriores ediciones, el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Laparoscópica y Robótica (Secla) constituye un punto de encuentro de las diferentes especialidades quirúrgicas que utilizan los recursos de la cirugía mínimamente invasiva.

Los presidentes del congreso, Elena Ortiz Oshiro, del Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo I, y Jesús Moreno, del Servicio de Urología, ambos del Hospital Clínico San Carlos, en Madrid, coinciden en destacar que la cirugía de mínima invasión aún no ha tocado techo y entre sus desarrollos inmediatos se encuentra el aunar los dispositivos robóticos con el abordaje a través de un puerto único.

El empleo del robot garantizaría la precisión en el abordaje mediante puerto único, y esta estrategia reduce las complicaciones asociadas a los orificios

Jesús Moreno ha expuesto a DM que «ya hay alguna experiencia en determinados centros de Estados Unidos con el empleo del robot en intervenciones de puerto único». Para Elena Ortiz esta confluencia de técnicas contribuirá a salvar inconvenientes; así, el robot ayuda a garantizar la precisión en una técnica que exige operar con una mano, mientras que la modalidad del puerto único simplifica a uno el número de los orificios empleados, que en el caso de la cirugía robótica pueden ser más incluso que en un abordaje laparoscópico convencional, con las ventajas clínicas y estéticas que ello comportaría.

La realidad en España es que la cirugía de mínima invasión se ha asentado, siendo ya de elección en muchos casos. «Ahora empezamos a tener claras las indicaciones de entrada del abordaje mínimamente invasivo, y en qué otras situaciones todavía hay que desarrollarse más», explica Ortiz, y alude a la colecistectomía laparoscópica, que ahora es el abordaje estándar, cuando inicialmente sólo lo hacían unos pocos grupos muy entrenados.

Por el contrario, todavía hay controversia al abordar la hernia inguinal por laparoscopia. «Los cirujanos que así lo hacen lo defienden a ultranza, pero no son la mayoría. Este sería un ejemplo de cómo la mínima invasión no ha calado en la medida en que se esperaba, posiblemente porque la cirugía abierta resulta muy cómoda en este caso y el paciente no lo demanda».

El abordaje mediante cirugía robótica del suelo pélvico obtiene resultados equiparables a los de la laparoscopia convenional, y reduce las conversiones

Enfermedad oncológica

Por indicaciones, la enfermedad oncológica es el grupo que más se ha beneficiado de los avances de la mínima invasión. También lo han hecho las patologías funcionales, que no necesitan una cirugía resectiva, como, por ejemplo, el reflujo gastroesofágico y la alteración del suelo pélvico. «Son intervenciones donde se debe procurar una adaptación a la situación específica de cada caso, y eso requiere mucha precisión, que nos aporta la tecnología», comenta Ortiz, quien insiste en que esto es aplicable a todas las especialidades quirúrgicas, que se reflejan en el amplio programa del congreso.

El abordaje de la patología del suelo pélvico recoge perfectamente este espíritu multidisciplinar de la reunión: «La reparación del suelo pélvico es compleja y suele requerir de la colaboración de diferentes especialistas. Es un buen ejemplo de trastorno que se soluciona de manera conjunta, una estrategia clínica y quirúrgica cada vez más frecuente», resalta Ortiz, que junto con Jesús Moreno forman parte del grupo del Hospital Clínico que lleva a cabo intervenciones de suelo pélvico mediante cirugía robótica. Con más de 55 casos efectuados, este equipo acumula una experiencia en este campo destacable a nivel mundial. Los resultados, comenta Ortiz, son muy buenos, «acordes con los obtenidos con la cirugía robótica en general y también con la laparoscopia, pero con la ventaja de que se evita la tasa de conversiones a cirugía abierta».

Durante los tres días que ha durado el congreso se han abordado todas las técnicas de mínima invasión, incluidas las que emplean como acceso los orificios naturales. También se ha contado con cirugías retransmitidas en directo, algunas de ellas desde Estados Unidos y otros países europeos. Esta misma tarde están programadas dos.

Fuente: diariomedico.com

Enfermos de próstata salen de Galicia para operarse por falta de tecnología

Un robot del que carece el Sergas minimiza el riesgo de impotencia tras la intervención

Un enfermo de cáncer de próstata que afronta una operación para que se la extirpen tiene dos opciones: una técnica moderna con muchísimas posibilidades de preservar su potencia sexual u otra más clásica con la cual el riesgo de quedarse impotente es enorme. A priori, la segunda no parece muy atractiva. Por eso muchos pacientes que viven en Galicia y tienen que someterse a una prostatectomía radical se marchan a otras comunidades para esta intervención, ya que el Servizo Galego de Saúde (Sergas) no dispone del robot necesario para ejecutarla con la última tecnología.

Este éxodo de pacientes es difícil de cuantificar, según el presidente de la Sociedad Galega de Uroloxía (SGU), Juan Mata, pero existe. Asegura que lleva varios años reclamando al Sergas que compre este robot para alguno de sus hospitales, de forma que se pueda aplicar en Galicia esta técnica. “Siempre hubo buenas palabras por parte de la Administración, pero no se materializan en nada”, explica.

El elevado coste del robot Da Vinci, que así se llama, es el motivo por el cual Galicia no lo tiene.

Uno de última generación puede costar, según Mata, en torno a 1,7 millones de euros, aunque podría salir más barato si no se recurre al modelo más avanzado. El Sergas explica que, “como sucede en la mayoría de las comunidades autónomas, la adquisición de este aparato se encuentra en periodo de evaluación”.
Aunque los urólogos lo demandan desde hace años, la posibilidad sigue siendo estudiada por la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias de Galicia.

El Sergas recalca que “la asistencia sanitaria en este ámbito está garantizada”. Otras comunidades autónomas, sin embargo, sí que han afrontado este gasto para equipar a sus quirófanos de una tecnología que no solo sirve para extirpar la próstata de una forma menos invasiva, sino para cualquier cirugía laparoscópica, que se hace a través de pequeñas incisiones en el cuerpo del paciente, usando la asistencia de una cámara de vídeo que permite a los médicos ver en el área en la que están operando. Andalucía, Cataluña, el País Vasco, Valencia y Madrid cuentan con el Da Vinci en centros públicos, además de algunos privados. En Galicia, este aparato no se puede encontrar en ninguno de los dos, por lo que los pacientes preocupados por su potencia sexual tras la operación no tienen otra que marcharse fuera.

El País Vasco es uno de los principales destinos, según Mata. Incluso el alquiler del robot supone un alto coste, según pudo comprobar el presidente de la SGU cuando celebró un congreso en Galicia en 2009 donde tuvieron que ver a través de videoconferencia cómo se utilizaba el aparato en un hospital de Bilbao. Teóricamente, cualquier urólogo podría operar con el Da Vinci, pero se pide un curso de aprendizaje que la proveedora de la máquina dispensa. Uno de los especialistas españoles que más ha usado este robot es Jesús Moreno, del hospital Clínico de Madrid, el único público de esta comunidad que lo tiene.

Según relata, “todo son ventajas”. “Los nervios que van al pene pasan por la próstata y con la cirugía convencional prácticamente no hay forma de verlos. Con el Da Vinci se puede ampliar una imagen en tres dimensiones y evitar extirparlos”, relata. En los tres años que lleva el robot en el hospital han realizado unas 300 operaciones y no dan abasto. “Vienen de toda la comunidad y de fuera. Prácticamente todas las prostatectomías radicales las hacemos con este sistema”, asegura Moreno. Los resultados son espectaculares. Entre los pacientes que tenían actividad sexual antes de la intervención, más del 90% la conservan.

Con la tradicional, la que se hace en Galicia, la proporción se invierte, la impotencia es casi segura.